Ser monaguillo un regalo maravilloso de Dios. El formar parte del grupo de monaguillos (hombres y mujeres) es un regalo que Dios te ha dado. Entre muchos, Él se fijó en ti y te dijo: ¡Ven, acompáñame, ven a servir en mi altar, vive conmigo la Misa como esencia de tu vida cristiana, ama a tu familia... ven y sígueme!
Ser monaguillo es amar y vivir lo que el Señor nos ha dado y que reconocemos y valoramos a través de la liturgia de la Iglesia. Ser monaguillo es adorar a Jesús Eucaristía, en donde Cristo encierra todo su amor a la humanidad. Ser monaguillo es vivir feliz de ser amigo de Jesús, porque en el ejercicio de esta bella labor en la que hay espiritualidad y vida mezcladas se crea un espacio muy especial de amistad con el Señor.
Al haber sido llamado, el monaguillo y/o la monaguilla, deben proponerse una meta: No abandonar a Jesús fácilmente y hacer siempre el esfuerzo por continuar ejerciendo este ministerio por lo menos hasta el final de la secundaria, llevando en el alma y en el corazón la etapa del servicio al altar como una experiencia vivida cada día que se participa y orando cada día aunque no puedas o no te puedan llevar al Templo a diario.
Recuerda que si quisiste responder a la invitación que Cristo te hizo, debes amar tu labor, aprender a amar a Dios y valorar hasta tal punto tu vida como discípulo y misionero de Cristo, que tu primera conclusión deba ser: «Jesús, que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero».
Cuando te vayas convenciendo más y más de que sirves a Dios, no podrás desconocer su constante presencia en tu vida. Él es el Amigo que nunca falla y que nunca nos abandona. Saber que Él está contigo en tu camino, te debe animar siempre a agradar al Señor con un comportamiento de alegría y sencillez que te distinga de los que no son amigos de Cristo pero que no te haga sentir más que ellos, sino un discípulo muy amigo de Jesús que quiere, como misionero, hacerle muchos amigos. Por esto, debes hacerte el propósito de componer una frase que repitas mentalmente cada vez que puedas, sin descuidar las cosas que debes hacer cada día, una frase dirigida a Jesús con la que ores mientras la repites y la vivas en tu corazón, como por ejemplo: «Jesús, que todos te conozcan y te amen», «Jesús, quiero agradarte siempre», «Jesús Amigo mío, acompáñame siempre». Puedes repetir también una frase sencilla a la Virgen María como: «¡Vamos María!», «María, tú eres mi Madre», «Madre mía, no me dejes» y claro está... ¡Tú puedes componer tus propias frases para orar!
Como monaguillo, debes esforzarte también en ser un buen estudiante, muy responsable y deseosos de aprender cosas nuevas que te ayuden a crecer como persona y como católico. Debes amar mucho a los adultos que te acompañan y cuidan de tu crecimiento físico y espiritual (papás, abuelos, tutores, padrinos, maestros, etc.) y debes ser muy buen amigo y muy buen compañero, porque eres un amigo de Jesús y por eso debes hacer todo bien y con cariño para entregárselo a Él.
Cada día, al despertar, agradece a Dios por la feliz oportunidad que te da de vestir un hábito de monaguillo y desempeñar una misión especial en la Iglesia junto al altar; porque es el punto de partida para tu estilo de vida, ser monaguillo o monaguilla de Jesús Eucaristía, es un servicio que se debe construir a diario, una manera de ser, y no solo ser monaguillo en las Eucaristías sino fuera de ellas, por ello debes comportarte como tal: tu regla única, debe ser agradar a Dios bajo el cuidado maternal de la Virgen María.
Actividad:
Después de leer este tema, elabora un escrito donde narres la experiencia vivida en el grupo de los monaguillos respondiendo las siguientes preguntas:
1) ¿Como ingresaste al grupo de los monaguillos de la parroquia de Fátima?
2) ¿Que te animó a ingresar a este grupo?
3) ¿Quién o quienes te animaron a ingresar al grupo?
4) ¿Quiénes te ayudan más a realizar tu función de monaguillo?
5) ¿Quién fue la primera persona en saber que querías ser monaguillo?
6) ¿Qué te dijeron cuando expresaste tu deseo?
7) ¿Qué es lo mejor que te ha pasado como monaguillo?
8) ¿Cómo animarías a algunos de tus amigos a ser monaguillos?
9) ¿Cuál es tu frase que elegiste para orar con Jesús?
10) ¿Qué frase elegiste para María?
Para finalizar escribe una oración a nuestro Amigo Jesús Eucaristía, dándole las gracias por permitirte estar prestando este servicio en el altar y colorea el dibujo.
Padre Alfredo.
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